El secreto del especialista de la columna vertebral: tratamiento con láser del dolor discogénico y radicular
El dolor lumbar crónico es la principal causa de discapacidad en todo el mundo, y una parte significativa de los casos tiene su origen en los discos intervertebrales y la compresión nerviosa asociada. El tratamiento tradicional suele pasar por la medicación, la fisioterapia, las inyecciones epidurales y la cirugía. Terapia láser de clase 4 se perfila como una intervención potente y no invasiva que puede romper este ciclo al actuar directamente sobre el disco inflamado y la raíz nerviosa irritada, estructuras que antes se creía que estaban fuera del alcance de los tratamientos conservadores.
Este artículo profundiza en la fisiopatología del dolor discogénico y radicular. Explicaremos los mecanismos por los que terapia láser de tejido profundo logra una penetración sin precedentes para influir en el metabolismo discal y calmar la inflamación nerviosa. Además, esbozaremos los protocolos clínicos y presentaremos un estudio de caso detallado de un paciente con ciática debilitante que encontró alivio gracias a este tratamiento avanzado. terapia de tratamiento con láser.
La compleja anatomía del dolor de espalda: discos y nervios
Para entender cómo funciona la terapia láser, primero hay que comprender el origen del dolor:
- El disco enfermo (dolor discogénico): El disco intervertebral es una estructura avascular, lo que significa que no tiene riego sanguíneo directo. Depende de la difusión de nutrientes desde las placas terminales vertebrales. Con las lesiones, la edad o la degeneración, esta difusión se ve afectada. El núcleo pulposo (el centro gelatinoso del disco) pierde hidratación y proteoglicanos, lo que provoca una pérdida de altura del disco y microdesgarros en el anillo fibroso (la dura pared externa del disco). Estos desgarros permiten la salida de proteínas inflamatorias del núcleo, lo que irrita las fibras nerviosas sensibles al dolor del anillo externo y los ligamentos circundantes.
- Compresión nerviosa (dolor radicular/"ciática"): Un disco abultado o herniado puede comprimir físicamente la raíz del nervio espinal que sale de la columna vertebral. Esta compresión, combinada con la irritación química de las proteínas inflamatorias filtradas, provoca radiculopatía: dolor, entumecimiento, hormigueo y debilidad que se irradia por el trayecto del nervio (por ejemplo, por la pierna en caso de ciática).
Penetrando en profundidad: cómo llega la terapia láser a la columna vertebral
La profunda eficacia de terapia láser clase 4 para las afecciones de la columna vertebral reside en su capacidad única para suministrar energía terapéutica a estas estructuras profundas.
- Reducción de la inflamación discal: La luz infrarroja cercana procedente de una máquina de terapia láser penetra a través de las capas de músculo y fascia para alcanzar el disco y la unión vertebral. Esta energía es absorbida por las células de la placa terminal y el propio disco, lo que provoca:
- Metabolismo celular mejorado: El aumento de la producción de ATP mejora la función de las células del disco (condrocitos), lo que puede ralentizar la degeneración.
- Modulación de los mediadores inflamatorios: La energía láser reduce significativamente la concentración de citoquinas inflamatorias clave (por ejemplo, IL-1, IL-6, TNF-α, PGE2) en el disco y alrededor del mismo. Esta reducción de la "sopa química" que irrita los nervios es una de las principales causas del alivio del dolor.
- Sanar el nervio irritado: Como se ha detallado en artículos anteriores, la terapia láser favorece la curación de los nervios (neuroregeneración) mediante:
- Reducir el edema y la inflamación alrededor de la raíz nerviosa.
- Aumento de la producción de ATP dentro de la célula nerviosa para su reparación.
- Favorecer la remielinización de la vaina nerviosa dañada.
- Disminuir la hipersensibilidad del nervio, normalizando la señalización del dolor.
Estudio de caso: Resolución de la radiculopatía lumbar crónica sin cirugía
Perfil del paciente:
- Iniciales: T.M.
- La edad: 41
- Sexo: Hombre
- Ocupación: Conductor de camión
- Estado actual: Lumbalgia crónica izquierda con ciática irradiada por la parte posterior del muslo y la pantorrilla hasta el pie (distribución L5/S1). Síntomas desde hace 8 meses.
Historia de la enfermedad actual:
T.M. refirió un dolor constante y profundo en la parte baja de la espalda y un dolor agudo y quemante que se irradiaba a la pierna izquierda. Permanecer sentado durante mucho tiempo, su principal actividad laboral, exacerbaba sus síntomas hasta 9/10. Experimentaba entumecimiento en la parte superior del pie izquierdo y debilidad en el tobillo izquierdo (dificultad para caminar). Experimentó entumecimiento en la parte superior del pie izquierdo y debilidad en el tobillo izquierdo (dificultad para caminar sobre los talones). Un tratamiento de fisioterapia y dos inyecciones epidurales de esteroides sólo le aliviaron temporalmente durante unas semanas. Una resonancia magnética confirmó una gran protrusión discal paracentral izquierda en el nivel L5-S1, que comprimía la raíz nerviosa S1 transversal. Se recomendó una intervención quirúrgica (microdiscectomía).

Conclusiones objetivas:
- Postura: Inclinación antálgica hacia el lado dolorido.
- Amplitud de movimiento: Limitación de la flexión hacia delante y de la flexión lateral izquierda por dolor en la pierna.
- Fuerza motriz: 4/5 de fuerza en flexión plantar del tobillo izquierdo y extensión del dedo gordo.
- Sensación: Disminución de la sensibilidad al tacto leve en el lateral del pie izquierdo (dermatoma S1).
- Reflejos: Reflejo de Aquiles izquierdo disminuido.
- Pruebas especiales: Prueba positiva de elevación de la pierna izquierda a 45 grados, reproduciendo dolor en la pierna.
Plan de tratamiento:
Un objetivo terapia láser de tejido profundo fue diseñado para tratar tanto la patología discal como la inflamación del nervio.
- Dispositivo: A 25W terapia láser clase 4 con un láser de 810 nm para una penetración profunda.
- Frecuencia: 3 veces por semana durante las primeras 6 semanas, luego 2 veces por semana durante 4 semanas.
- Protocolo:
- Objetivo principal: El interespacio L5-S1 y los músculos paravertebrales izquierdos, utilizando una dosis alta (12-15 J/cm²) para alcanzar el disco y la raíz nerviosa.
- Objetivo secundario: Recorrido del nervio ciático por la cara posterior del muslo y la pantorrilla, mediante una técnica de exploración.
- Terapia complementaria: A medida que disminuía el dolor, se introdujeron ejercicios de estabilización del tronco y maniobras de sutura de los nervios.
Resultados:
- Después de 6 tratamientos (2 semanas): T.M. informó de una reducción de 40% de su dolor irradiado en la pierna. La sensación de quemazón constante se sustituyó por un hormigueo intermitente.
- Después de 12 tratamientos (4 semanas): Su dolor de espalda en reposo fue calificado de 2/10. Podía permanecer sentado durante más de una hora sin apenas molestias. El entumecimiento del pie se había resuelto. La fuerza motora mejoró a 4+/5.
- Después de 20 tratamientos (10 semanas): T.M. no tenía dolor en reposo y sólo refería un dolor leve tras un largo día de conducción. Tenía una amplitud de movimiento completa y sin dolor y una fuerza motora normal. Todos los hallazgos neurológicos (sensibilidad, reflejos) eran normales.
- Seguimiento: El paciente se reincorporó a su puesto de trabajo. Una resonancia magnética de seguimiento a los 6 meses mostró una reducción significativa del tamaño de la protrusión discal y la resolución de la compresión de la raíz nerviosa. El paciente evitó con éxito la intervención quirúrgica.
Conclusión: Este caso demuestra que terapia láser clase 4 no es una mera modalidad superficial. Su capacidad para suministrar energía bioestimuladora a las estructuras profundas de la columna vertebral la convierte en un tratamiento no invasivo de primera línea para las hernias discales y las radiculopatías, capaz de producir tanto un alivio sintomático profundo como una mejora anatómica significativa.